Carnaval y Halloween son dos fiestas especiales para poder disfrazarse y pasar un rato de lo más agradable. A menudo nos esforzamos por encontrar un disfraz único, sin conocer exactamente cuáles son los orígenes de esta tradición milenaria.
El disfraz: una tradición que se originó en la antigüedad
El disfraz tiene su origen en la antigüedad y ya nuestros antepasados solían disfrazarse durante las grandes celebraciones. La primavera era el momento más adecuado para ponerse máscaras y disfraces.
De este a oeste solíamos abrirnos camino para convocar a los espíritus y así asegurar buenas cosechas. Esta es la razón por la que el disfraz no se elige por casualidad, la máscara, el maquillaje y los tatuajes efímeros son de gran importancia porque tienen un papel mágico.
¿Cuándo usamos disfraces?
El carnaval
El nombre de carnaval proviene del latín «carnalevare» que significa «quitar la carne», en referencia a la entrada en Cuaresma.
El carnaval apareció tímidamente en el siglo XII en los países cristianos. Antes del Miércoles de Ceniza, que marca el comienzo de un período de 40 días de ayuno, la población acostumbraba a vivir, beber y comer en un ambiente festivo. Si quieres te presentamos los 7 mejores Carnavales del mundo en el siguiente post.
Esta tradición recuerda a los festivales antiguos, ya que la tradición quería que se invirtieran los papeles, es decir, que los reyes se volvieran bufones y viceversa. Esta tradición, establecida en el siglo XV, ha continuado hasta nuestros días y dio paso a eventos famosos como el carnaval de Niza o el famoso carnaval de Río de Janeiro.
El carnaval fue una oportunidad para que todos se disfrazaran, usaran máscaras, bailaran y cantaran, un breve cambio de carácter durante algunas horas o días y también para hacer cosas que generalmente estaban prohibidas; era una especie de mundo al revés!
Así fue durante el período romano donde los maestros se convirtieron en esclavos, en la Edad Media las personas bailaban en la iglesia, los ricos se transformaban en pobres, los niños en adultos y los niños y las niñas intercambiaban su papel. Algunos niños ennegrecían sus caras con hollín o lo escondían debajo de un trozo de paño y recorrían los pueblos y alrededores toda la noche.
Durante mucho tiempo y a veces hoy, el final del carnaval se celebra quemando a una modelo que representó simbólicamente a Su Majestad.
Durante mucho tiempo, primero en Egipto, después en Grecia e Italia y después en toda Europa, se organizaban diferentes fiestas al acercarse la primavera. El disfraz, el baile y la fiesta fueron parte de las festividades, siendo todas estas celebraciones las antepasadas del carnaval.
El carnaval era especialmente el momento de la mascarada. Las máscaras, los maquillajes y los tatuajes se usaban con fines mágicos o religiosos.
¿Por qué usar una máscara?
En el pasado, la mayoría de los hombres cultivaban la tierra y creían que si regresaban los muertos los cultivos serían mejores. También creían que en el mundo de los muertos todo era contrario al de los vivos, así es que la gente se ponía una máscara y un disfraz para atraer a los espíritus de los muertos. Aunqu lo curioso es que en la actualidad se utiliza de forma lúdica incluso erótica en cierto tipo de fiestas.
El carnaval es también la necesidad de divertirse y de olvidar por un momento las preocupaciones de cada día.
Halloween
El carnaval no es el único período del año en el que es una tradición disfrazarse. En muchos países es común vestirse para Halloween.
Al igual que el carnaval, Halloween es una tradición que se remonta a la antigüedad.
Los celtas celebraban de hecho «Samain», un año nuevo un poco peculiar, ya que el mundo de los espíritus se encontraba con el de los vivos.
Por lo que a partir de esa creencia era más seguro usar ropa de miedo para espantar a los demonios. A través de los siglos, esta tradición finalmente ha encontrado su día en la fecha de Todos los Santos, por lo que siempre encontramos un disfraz para usar la noche del 31 de octubre.
Los disfraces han sido un elemento muy presente tanto en la historia como en la ficción y literatura. El disfraz se usa para deformar algo con el fin de hacerlo pasar como desconocido. La palabra disfraz proviene del verbo disfrazar, aunque no se está muy seguro del origen etimológico de la palabra, ya que todavía no hay academia de letras que haya ofrecido la información exacta sobre la palabra.
La teoría más aceptada acerca de la palabra disfraz, es la de su forma antigua “desfrezar”, término utilizado para encubrir algo y es que la palabra proviene del latín y se refiere a la acción de quitar y ocultar huellas dejadas al paso, por ejemplo de un animal.
Entonces, la acción de disfrazarse se entiende como la forma de ocultar o encubrir algo, en este caso la identidad.
El término se convirtió en “disfraz” y tiene la connotación de “engañar” o provocar un engaño, siendo la lengua catalana la encargada de utilizarla a través del vocablo “disfressa” para referirse a los trajes que se utilizaban en las fiestas del siglo XIX.